Puentes con Ucrania. Por Sybil Stershic

¿Se siente abrumado/a por las responsabilidades laborales? Yo lo estuve hasta que…
Logré otra perspectiva. Y me golpeó duro.

El otro día participé en una discusión en línea con un grupo de infatigables miembros voluntarios de GFSC (Red de Facilitadores Globales al Servicio de las Comunidades, https://globalfacilitators.org ) y varios facilitadores/consultores ucranianos. Esta reunión se llevó a cabo para comprender mejor los desafíos que ellos/ellas enfrentan y cómo podemos ayudarnos unos a otros.

Nota: La sesión hacía parte de una serie de conversaciones de apoyo que siguieron después de un taller online de GFSC, «Crisis > Cambio > Elección: Construcción de Resiliencia Personal y Comunitaria», realizado recientemente para facilitadores ucranianos.

Se compartieron historias de sus frustraciones al buscar oportunidades de trabajo en países extranjeros como profesionales desplazados, donde son vistos como refugiados. Me cuesta imaginar sus experiencias:

⁻ escapar del trauma de la guerra mientras continúa preocupándose por familiares y amigos que permanecen en Ucrania
⁻ adaptarse a diferentes culturas, idiomas, costumbres comerciales
⁻ no estar seguros de cuánto tiempo se quedarán y cuándo/ regresarán a casa, si pueden hacerlo
⁻ luchar por ser respetados como profesionales; como comentó un participante, «Estoy lidiando con quién era entonces y quién soy ahora».

Sus historias reflejan una resiliencia increíble. Sin embargo, no puedo imaginar no ayudarlos.

Una de las ideas que surgieron de nuestra discusión, una en la que estoy emocionada de participar, consiste en llegar a colegas en redes profesionales y personales selectivas, para propiciar conexiones útiles con ellos.
Si usted está interesado/ a y desea obtener más información, incluida el deseo de asistir a la próxima discusión en línea de GFSC-Ucrania, envíe un correo electrónico a: info@globalfacilitators.org.

Y aunque todavía estoy abrumada por el trabajo, tengo una perspectiva diferente dado lo que aprendí de mis compañeros de Ucrania. Como dice el refrán «Todo es relativo»… y vale la pena ayudar en lo que podamos.